lunes, 1 de noviembre de 2010

Descubrimiento de Gliese 581 g

El descubrimiento de Gliese 581 g ha causado una conmoción en el mundo de la astronomía. No en vano, se trata del primer planeta con una masa muy similar la terrestre descubierto en la zona habitable de su estrella. Un acontecimiento de una gran importancia, sin duda. Hasta el 29 de septiembre de 2010 suponíamos que existían planetas de este tipo. A partir de ese día lo sabemos con seguridad.

Se trata del primer exoplaneta potencialmente habitable conocido por la Humanidad. Poco importa que Gliese 581 g termine siendo en realidad un infierno como Venus o un desierto congelado como Marte. Si lo pensamos detenidamente, la verdad es que sería mucha casualidad que precisamente el primer mundo rocoso que descubrimos orbitando en la zona habitable de su astro sea un vergel cubierto de océanos y bosques. Pero aunque las condiciones de Gliese 581 g resulten ser finalmente incompatibles con la vida, lo importante es que ahora muchos han tomado conciencia de que cada vez está más cerca el día que descubramos una Exotierra. Gliese 581 g nos recuerda las maravillas que nos ofrece la ciencia y la astronomía: literalmente, miles de mundos por descubrir nos aguardan ahí fuera.

martes, 5 de octubre de 2010

GL 581 G -THE NEW WORLD-

Un grupo de científicos estadounidense ha descubierto el 29 de septiembre del 2010 un planeta fuera del Sistema Solar que reúne las condiciones idóneas para ser habitable para el ser humano
El exoplaneta ha sido bautizado con el nombre de "Gliese 581 g", ya que orbita alrededor de esta estrella a una distancia adecuada para se reproduzca la vida.

GL 581 G
          El exoplaneta tiene un tamaño cuatro veces mayor que el de la Tierra y está situado a 20 años luz, en la constelación Libra, justo en el centro de una zona considerada apta para la habitabilidad. 
      Probablemente sea rocoso y con una superficie firme pero, lo más importante según los expertos científicos, es que se encuentra a la distancia adecuada de la estrella Gliese 581. Esto le permite recibir la suficiente energía y que haya agua en su superficie. Además, su gravedad es muy parecida a la de la Tierra y esto favorece que se mantenga una atmósfera apropiada para que se produzca la vida.

La órbita del nuevo planeta, bautizado con el nombre de “Gliese 581 g”, alrededor de esa estrella es en círculos y tiene una trayectoria de 37 días. Además, uno de sus lados está siempre mirando a la estrella, con lo cual recibe luz constantemente, mientras que la otra parte permanece en total oscuridad, ya que se encuentra en el lado opuesto de la estrella. La zona más habitable del “Gliese 581 g” sería el área conocida como "terminator", el espacio que se encuentra entre la sombra y la luz, con amaneceres y atardeceres perpetuos. Allí, cualquier forma de vida tendría una amplia variedad de climas estables.





 

Gliese 581G ES EL MUNDO MAS PARECIDO AL NUESTRO DE TODOS LOS DESCUBIERTOS HASTA AHORA


        Esta vez, la cosa parece ir más en serio que nunca hasta ahora. De hecho, ninguno de los más de 500 planetas extrasolares descubiertos hasta el momento reúne las excepcionales condiciones que se dan en Gliese 581g, un mundo que tiene tres veces la masa de la Tierra (suficiente para sustentar una atmósfera) y que se encuentra justo en el centro de la zona de habitabilidad de su estrella, es decir, dentro de la estrecha franja orbital que permite la existencia de agua en estado líquido.

El hallazgo, que puede marcar un antes y un después en la búsqueda de «nuevas Tierras», acaba de ser anunciado por un equipo de astrónomos de las Universidades de California y Santa Cruz y del Instituto Carnegie de Washington y será publicado próximamente en Astrophysical Journal. Si los datos se confirman, el nuevo mundo sería el más parecido al nuestro de todos los que se han descubierto hasta ahora. Tanto, que podría albergar agua y reunir las condiciones necesarias para ser habitable.
Sin embargo, el mero hecho de que Gliese 581g sea considerado capaz de sustentar vida no significa necesariamente que sea un lugar agradable para vivir en él. La habitabilidad de un planeta depende de numerosos factores, y las variables necesarias pueden variar mucho de una a otra zona dentro de un mismo mundo.
Sin ir más lejos, aquí, en la Tierra, existen numerosos entornos en los que, a pesar de que existe la vida, los seres humanos no podrían vivir. Lo realmente importante de Gliese 581g es que reúne, por primera vez, las dos condiciones más importantes que se consideran necesarias para que la vida pueda existir: la posibilidad de agua en estado líquido y la presencia de una atmósfera que retenga los gases necesarios.

«Nuestros hallazgos -asegura Steven Vogt, profesor de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Santa Cruz- suponen un caso muy convincente de planeta potencialmente habitable. Y el hecho de que hayamos sido capaces de detectar este planeta tan rápidamente y tan cerca de nosotros nos dice que los mundos como éste deben ser realmente comunes».
El nuevo planeta se encuentra a 20 años luz de la Tierra, alrededor de una estrella, Gliese 581, muy bien conocida por los cazadores de planetas. De hecho, con éste ya son seis los mundos descubiertos en órbita de esta enana roja.
Los hallazgos se basan en el análisis de once años de observaciones del observatorio Keck, en Hawaii. Para Paul Butler, del Instituto Carnegie, la combinación de nuevas técnicas y grandes telescopios terrestres sigue liderando claramente la revolución de los exoplanetas. «Ahora -afirma el astrónomo- el único límite a nuestra capacidad para encontrar mundos potencialmente habitables es el tiempo que tengamos asignado el telescopio».
En realidad, son dos los nuevos planetas que el equipo de astrónomos ha descubierto alrededor de Gliese 581, lo que eleva a seis el número total de mundos que orbitan esta enana roja. Pero el más interesante es, sin duda, el «g», con una masa entre tres y cuatro veces la de la Tierra y un periodo orbital de 36,6 días. Su masa indica que, con toda probabilidad, se trata de un mundo rocoso, como el nuestro, con una superficie bien definida y con una gravedad suficiente para retener su propia atmósfera.
No es la primera vez que se anuncia el descubrimiento de un mundo potencialmente habitable alrededor de esta pequeña estrella. En efecto, otros dos planetas de este sistema se encuentran en las fronteras mismas de la zona de habitabilidad de Gliese 581 y suscitaron, al ser descubiertos, el entusiasmo de la comunidad científica.
Pero el caso del planeta recién descubierto es muy diferente: «g» está justo en medio de la zona de habitabilidad. En nuestro propio Sistema Solar, el centro de la zona habitable está ocupado por la Tierra, y las fronteras caliente y fría por Venus y Marte, respectivamenteGliese 581, explica Vogt, «tenemos planetas en los dos lados de la zona habitable, uno demasiado frío y otro demasiado caliente, y ahora tenemos uno justo en el medio, que es lo correcto».

Otra peculiaridad del nuevo mundo es que, debido a las fuerzas de marea y a la distancia a la que se encuentra de su estrella, es más que probable que muestre siempre la misma cara a su sol, de la misma forma en que la Luna muestra siempre la misma cara a la Tierra. Lo cual significa que la mitad del planeta vive permanentemente de día y la otra mitad está sumido en una noche perpetua.
Los investigadores estiman que las temperaturas medias de Gliese 581g oscilan entre los -31 grados en el lado oscuro y los -10 en la cara iluminada. Y para Vogt, la zona más favorable para la vida de todo el planeta es precisamente la que está a ambos lados de la línea que separa la luz de la sombra (llamada «terminador»), con temperaturas que van disminuyendo a medida que nos acercamos a la zona nocturna y que van aumentando al acercarse a la zona diurna. «Cualquier forma de vida tendría un amplio rango de climas estables para elegir dónde asentarse», opina Vogt.

 
Desde dicho planeta se ha detectado una señal de luz oscilante, que por muy impactante que parezca, procede de la zona habitable del planeta. Con lo cual la expectación es máxima en todo el mundo, y por más que algunas agencias espaciales como la NASA y la Agencia Espacial Europea seguramente intentarán emborronar esta noticia, la noticia está ahí. Gracias al proyecto SETI, por fin se recibe una señal que podría proceder perfectamente de una civilización inteligente.
        Ragbir Bhathal, científico de la universidad de Western Sidney, es quien captó la señal de luz oscilante hace aproximadamente dos años, tiempo durante el cual se ha estado analizando siguiendo el protocolo de análisis de “SETI”.

       El laser sirve como un medio por el cuál envíar información por el espacio y es incluso utilizado por la NASA hoy en día, lo que hace muy posible que lo usen también los ETs.
       El científico Australiano Ragbir Bathal, reveló que en diciembre de 2008 había podido localizar una señal de láser de características particulares, pues no se parece a ningún fenomeno natural conocido.
      Las posibilidades de que esta sea la señal que hemos estado esperando durante años es muy auspiciosa.
       Seré el más feliz de saber que hay algo allá afuera y que todo lo que hemos especulado se vuelve realidad, sería el descubrimiento más grande de la humanidad y todo deberá replantearse desde ese punto…

   Los científicos están expectantes, pero esperemos que los responsables de la comunidad científica internacional no estén deseosos de correr un tupido velo sobre todo este suceso, algo que de momento no han hecho, ya que las noticias se han producido y han salido a la luz antes de que nadie intentase o consiguiese evitarlo.
   Esperemos que los gobiernos y responsables de las más importantes agencias espaciales dejen de guardar sus secretos cósmicos celosamente bajo llave y empiecen a compartirlos con la humanidad, y si estas noticias son un primer paso, sería de agradecer que den un segundo lo más pronto posible.  La humanidad merecemos sinceridad, y no sufrir de ignorancia producida por dosis de censura y desinformación.

 YA TENEMOS UNA EMBAJADORA ESPACIAL!!

… O puede que no, según desmentido de última hora, pero nosotros vamos a lo que nos interesa…
Como sacada de la extravagancia pulp más fantasiosa, al fin tenemos un embajador espacial; en este caso, embajadora. Aunque no lo parezca, ésta es una gran noticia, y por supuesto, un gran paso para la humanidad. Imagínense ustedes, que de un día para otro nos visita alguna delegación extraterrestre, así, de sopetón, sin avisar ¿Quién los recibiría? Lo más posible es que tardásemos días en ponernos de acuerdo; qué si los americanos querrían que fuese uno de los suyos; que si los rusos tres cuartos de lo mismo; que si la Paris Hilton se nos cuela por medio; o que si nuestra Belen Esteban reclama sus minutos de protagonismo…, y así, los unos por los otros, los pobres extraterrestes, perplejos y anonadados, tendrían que volver por donde han venido, y encima de vacío… ¡un despropósito!
     Ahora, gracias a que ya contamos con un cargo de embajador espacial, llegado el caso, todo será mucho más fluido. He de reconocer que el trabajo de esta mujer, Mazlan Othman, astrofísica de Malasia, es digno de la mayor de las envidias, eso como poco. En teoría se encargará de coordinar la respuesta de la Humanidad ante un posible contacto alienígena, por lo que de momento no le auguramos mucho trabajo (ojo, según un soplo amigo, los extraterrestes tienen pensado contactar con nosotros en el año 2015, avisados estáis).
      La verdad es que este tipo de noticias son de lo mejorcito para avivar la mente, sobre todo si uno está de bajón. He de reconocer que entre otras cosas acabo de enterarme que existe desde el año 1967 un “Tratado del Espacio Exterior”, firmado por EEUU, Gran Bretaña, y la Unión Soviética (es decir, si vienen los alienígenas, España no tendría ningún derecho sobre ellos, seríamos un cero a la izquierda ¡qué bien!). Según este tratado, estos tres países serán los encargados de gestionar todo el tema espacial, casi nada.
      Othman, cuya imagen quizás no sea la más risueña de todas las posibles (pero como tampoco sabemos cuales son los gustos de los supuestos visitantes, mejor obviar este punto), es la actual directora de la Oficina de Naciones Unidas para el Espacio Exterior (UNOOSA), y según se sabe, la próxima semana explicará en profundidad las distintas competencias de su nuevo cargo en una conferencia ante la Royal Society en el condado de Buckinhghamshire (Inglaterra).
      Dejando a un lado las bromas y los sarcasmos, lo cierto es que detrás de todo esto puede que haya algo que desconocemos la mayoría de los mortales (Top Secret), y quizás, estemos cada vez más cerca de algo que, evidentemente, tarde o temprano saldrá a la luz. Estoy convencido de que aquí ¡hay tomate! Yo no sé que misterios ocultan los americanos en su Área 51, ni lo que harán los rusos en su Kasputin Yar, pero sé que ellos saben algo; y también sé que no estamos solos ahí fuera. Es cuestión de tiempo, y noticias como ésta, creo que lo que buscan es ir allanando el terreno.
      Ahora bien, tal y como dijo Stephen Hawking; mejor nos iría si fuésemos nosotros los que visitamos otros planetas, y no ser los anfitriones. Compara la llegada de extraterrestres con el descubrimiento de Colon, y es obvio que si estos llegasen alguna vez a nuestro planeta, serían muy superiores tecnológicamente a nosotros, y al igual que este científico, no creo que fuese cosa buena; nada buena. Será mejor ponerse las pilas, y que no nos cojan desprevenidos…, porque yo, no confío en ellos. A los extraterrestres ni agua, que siempre son los malos de la «peli», y si no que se lo pregunten a los lagartos de "V".
      Nota: La información publicada por el diario británico 'The Sunday Times' ha sido recogida este lunes por numerosos medios, pero la veracidad de la misma es dudosa. De hecho, el periodista Matthew Weaver, del The Guardian, contactó a la astrofísica quien negó la información.
Al final, no queda muy claro que sea cierto, pero ya es lo de menos ¿no?